Nuestra empresa está utilizando desde hace algunos años, en lugar de carbones activos, una resina aniónica débil regenerable para el proceso de decoloración del agua.

Ventajas:

• Permite evitar las frecuentes operaciones de carga y descarga del carbón activo con el objetivo de permitir la regeneración, siendo regenerable indiferentemente con sosa caustica al 2% o cloruro de sodio al 10%.
• Los costos de gestión de la instalación, aunque en la hipótesis más desfavorable de tener que sustituir la resina cada 120 ciclos, son menos de la mitad respecto a una tradicional instalación con carbones activos.

Los resultados obtenidos sobre filtros colocados después de una instalación biológica tradicional demuestra una elevada capacidad de estas resinas en la destrucción de los colores, una reducción del DQO igual al 30% aproximadamente, mientras que no es posible con este metodo obtener resultados apreciables en la destrucción de los tensoactivos.

Todo el sistema debe ser naturalmente precedido de una filtración a cuarzo eficaz, la elección del tipo de regenerante (o regenerador) a usar está condicionado por el costo de cada producto en el lugar y eventualmente de los problemas que derivan de la descarga en la cuenca de acumulo de cloruros. Este problema no subsiste si, en lugar del cloruro de sodio, se adopta como regenerador la sosa caustica.

LA FILTRACIÓN  CON RESINA

La segunda fase del proceso esta compuesta por una filtración sobre resinas anionicas débiles, la misma se desarrolla sobre filtros que constructivamente, son muy parecidos a aquellos a cuarzo, pero con algunas diferencias.

La acción de abatimiento de las sustancias contaminantes se realiza a través de la acción de absorción desarrollada por la resina: esta  se comporta en modo análogo a una esponja que, una vez saturada de sustancias contaminantes, debe ser “vaciada” a través de la regeneración.